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Más tarde nada había cambiado. El
ambiente alegre y festivo se manifestaba en cada una de las
intranquilas calles de Caracas y de la parroquia El Valle. La música,
los muchachos y el deporte se combinaron con el entusiasmo de la
gente en la calle. Chávez estaba en todos lados. Hasta un humilde
vendedor de plátanos en su camión no dejo de aprovechar el momento
para vender su producto de la manera más jocosa: “lleva tu
plátano, lleva tu plátano. Te lo aseguro…está maduro”. Nadie
se aguantaba la risa.
Ya para las tres de la tarde, el
ambiente festivo continuaba. A esa hora se hablaba ya de que la
participación popular en el acto comicial presidencial era de un
68%, y la gente seguía votando en algunos centros electorales. Para
las cinco de la tarde, la música y el deporte era constante, no
obstante, mucha gente ya comenzaba a preguntarse quien pudiera estar
ganando. Pero los medios de comunicación no asomaban ni una tilde de
información electoral, siendo fieles a la legislación que en tal
materia rige para los medios.
Cuando eran la 11:25 de la noche, la
presidenta del Consejo Nacional Electoral Tibisay Lucena, en un
primer comunicado oficial informa al país que con una tendencia
irreversible que el ganador de la contienda electoral presidencial
era el Candidato de la Patria Nicolás Maduro Moros con un 51% de los
votos. De inmediato tronaron los fuegos artificiales en estruendosa
celebración del triunfo, no de un candidato sino de un pueblo que
quiere en democracia el modelo socialista.
Ojala la oposición venezolana que
comprenda con esta nueva derrota que lo que quiere el pueblo de
Venezuela es democracia, que lo que quiere es socialismo, justicia,
progreso y, sobre toda las cosas, el pueblo quiere paz.
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